Primero, hablemos de materiales. Los peldaños para escaleras interiores vienen en una gran variedad de opciones, pero algunos materiales destacan más que otros por su durabilidad y apariencia. La madera es uno de los más populares. Aporta una sensación de calidez y encaja perfectamente en casas con un estilo clásico o rústico. Además, se puede barnizar o pintar según el color que más te guste.

¿Y qué pasa si prefieres algo más moderno? Aquí es donde entra el porcelánico o la cerámica. Estos materiales son súper resistentes, fáciles de limpiar y, además, pueden imitar otros como el mármol o la piedra. Si quieres que tus escaleras se vean elegantes sin gastar una fortuna en piedra natural, el porcelánico es una opción ideal.

A veces, nos enfocamos tanto en cómo se ven las cosas que nos olvidamos de lo más importante: la seguridad. Cuando eliges peldaños para tus escaleras interiores, ¿te has preguntado qué tan seguros son? Si tienes niños pequeños o personas mayores en casa, es clave que los peldaños sean antideslizantes. Hay opciones de cerámica y porcelánico con acabados rugosos que, además de verse bien, te dan un extra de seguridad.
Pero, por otro lado, también está el tema del estilo. ¡Queremos que nuestras escaleras luzcan bien! Puedes elegir peldaños con acabado ingletado (que es cuando las esquinas de los peldaños tienen una terminación más limpia y elegante) o incluso añadir detalles como iluminación led para dar un toque moderno y funcional.

Las escaleras no siempre son rectas, y aquí entran en juego los peldaños compensados o en abanico, que se encuentran en los giros. Estos peldaños suelen tener forma triangular o de abanico, y son un reto interesante tanto para la seguridad como para el diseño. Asegúrate de que estos peldaños no sean demasiado pequeños, ya que podrían hacer que la subida sea incómoda o peligrosa.

Aparte de ser seguros, los peldaños también son una parte clave del estilo de tu hogar. Si tu casa tiene un diseño moderno y minimalista, los peldaños en tonos grises o neutros serán perfectos. Si prefieres algo más acogedor, los tonos cálidos de la madera te darán esa sensación de hogar que buscas.
¿Y si te gustan los contrastes? Puedes combinar diferentes materiales: peldaños de porcelánico con barandillas de hierro, por ejemplo, crean un contraste visual muy interesante y contemporáneo. ¡Las posibilidades son casi infinitas!

Por último, no olvidemos lo práctico. ¿Te imaginas tener que estar limpiando y puliendo constantemente tus peldaños? Si buscas algo fácil de mantener, el porcelánico o la cerámica son tus mejores amigos. Son resistentes al desgaste diario, a las manchas y no requieren de tratamientos especiales como la madera o el mármol.